Cuando los científicos del Smithsonian del Proyecto de Reforestación con Especies Nativas, PRORENA, pidieron a Alcibíades Vergara que considerara plantar árboles y arbustos en su finca, el campesino septuagenario vaciló. En la provincia de Los Santos en Panamá, una finca que no está cubierta de hierba en un 99 por ciento va en contra de las arraigadas tradiciones de la región: pastos estacionales, verdes y despejados son la norma social.
Pero las tierras de pastoreo de Los Santos están entre las zonas más deforestadas y más secas de Panamá. En las noticias se informa que el ganado sufre por deshidratación y desnutrición cada temporada seca. Así que Vergara, un tanto escéptico, reservó unas cuantas hectáreas para un experimento silvopastoril en el cual árboles, arbustos y pastos complementan la producción ganadera. Tres años más tarde, Vergara no podría estar más feliz.
“Ahora el ganado no se nos muere”, comentó, mientras recibía a un grupo de agricultores en su finca, donde ahora hay céspedes altos y arbustos ricos en nutrientes. “Y ordeñamos durante toda la estación seca.”
Vergara es uno de los más de 30 miembros de la Asociación de Productores Pecuarios y Agrosilvopastoriles de Pedasí (APASPE) quienes están transformando gradualmente las prácticas agrícolas en Los Santos, bajo la guía del Programa de Capacitación del Neotrópico de la Iniciativa de Liderazgo y Capacitación Ambiental (ELTI por sus siglas en inglés), una colaboración entre la Escuela de Silvicultura y Estudios Ambientales de la Universidad de Yale y el Smithsonian. ELTI se basa en experiencias del proyecto PRORENA, otra iniciativa entre el Smithsonian y Yale que llevó a cabo los ensayos en campo con especies nativas de árboles en Los Santos a partir del 2004.
ELTI ofrece a los productores conocimientos con base científica que les ayuden a seleccionar sus mejores tierras de cultivo para la intensificación de los sistemas silvopastoriles, liberando tierras agrícolas marginales y zonas altamente degradadas para la conservación. Como atestigua Vergara, unas pocas hectáreas de tierra mejor administrada son más rentables y mejor para el medio ambiente que los amplios pastizales áridos.
“Los agricultores adoptan estas prácticas, ya que son testigos de un aumento de la producción y la capacidad de recuperación de sus fincas, y lo más importante, es que esto parece estar rompiendo la barrera cultural”, comentó Jacob Slusser, coordinador de Panamá del Programa de Capacitación del Neotrópico de ELTI.
Las barreras son considerables. Vergara, a pesar de su éxito, dice que es objeto de burlas de sus compañeros agricultores por no tener un pasto “limpio”. En Los Santos, su tierra silvopastoril es considerada una “finca de viuda”, ya que parece abandonada. Sin embargo, se espera que el sistema se expanda a medida que un clima cada vez más impredecible y áspero ejerce su efecto sobre las comunidades agrícolas de subsistencia.
Fernando Uribe, del Centro para la Investigación de Sistemas Agrícolas Sostenibles (CIPAV) con sede en Colombia, comenta que los dos mayores desafíos que enfrentan los sistemas silvopastoriles son el acceso a los fondos – un sistema puede costar unos US $ 1,500 por hectárea – y la capacitación técnica. Los datos recopilados por CIPAV en Colombia muestran que la producción diaria de las vacas lecheras se ha más que duplicado. La calidad de la leche, medida en contenido de proteína y grasa, ha aumentado de cuatro a seis veces. Y el sistema es mucho menos dependiente de los herbicidas que en la agricultura tradicional.
Desde el 2009 ELTI ha estado proporcionando oportunidades de capacitación y apoyo de liderazgo a los agricultores de Los Santos. El curso de este mes destacó los servicios ambientales proporcionados por los paisajes cubiertos de árboles – la fertilidad del suelo, la infiltración del agua y lo más importante, la regulación del clima – y dio una introducción a los propietarios acerca del proceso de implementación de los sistemas silvopastoriles.
“No va a ser fácil, pero tenemos que hacer esto”, comentó Edelmira Navarro, una de los participantes. “Las cosas van de mal en peor. Tenemos que buscar alternativas”.
Si desean más información, participar de algún curso, o saber más del programa ELTI, favor contactar a strinews@si.edu
Publicado en: Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, Panamá
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